El parque de la Reserva, hoy conocido como el parque de las piletas, era un lugar abandonado lleno de árboles gigantes, cuyas sombras servian de huarido perfecta a los ladrones de paso, quienes se aprovechaban de la falta de seguridad y la poca luz del parque para poder sorprender a los transeuntes y despojarlos de sus pertenencias.
Hoy en día, gracias a la buena gestión del alcalde, las noches se llenan de luces que iluminan no solo un parque que estuvo abandonado por mucho tiempo, sino que miles de peruanos llenan sus miradas y sonrisas al ver como el desarrollo va llegando al ritmo de la música que mueve a las piletas.
Este parque no solo beneficia a las personas que acuden a pasar un día agradable junto con su familia, sino tambien a los vecinos que gracias a la gran concurrencia de visitantes han podido levanter su negocio propio, como el caso de Doña Teresita que tenía un pequeño carrito de sanguches y ahora a podido abrir una sanguchería donde deleita a los comensales con su buena sazón.
Este parque es una inversión para todos los peruanos y el que piensa que es un desperdicio de dinero esta equivocado, éste es un atractivo para todos y genera trabajo, turismo y diversión al publico en general.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario